Si os dijera que ayer murió Anna Mae Bullock, nacida el año 1939 en Tennessee, dentro de los «limites de la ciudad de Nutbush», probablemente muchos de vosotros me mirariais con cara de no saber de quién os estoy hablando…
Pero si lo que os cuento, es que Tina Turner ha fallecido con 83 años este miércoles en su residencia de Suiza, cerca de Zúrich, sabréis enseguida a quien me refiero… por lo menos, (y salvo honrosas excepciones), si tenéis más de 15 años.
En los últimos tiempos había sufrido varias enfermedades que finalmente han provocado su deceso, pero estoy seguro que vivirá por siempre en sus canciones, que están profundamente entretejidas en los recuerdos y vivencias de varias generaciones.
Tina Turner, la diosa del rock, la reina del ácido, esa mujer de melena leonina y voz desgarrada, cuya vida atormentada, llena de pasajes sombrios es un ejemplo de fuerza y superación que la convirtió en un mito, la primera mujer y la primera artista negra que apareció en la portada de la revista «Rolling Stone», ha abandonado el escenario por última vez.
Una vida plasmada crudamente tanto en el argumento de la película biográfica «I,Tina», como también en un espectáculo en Broadway. Obras en las que se relata su ascenso desde sus raíces rurales a la primera línea del mundo de la canción, y también su posterior caída a consecuencia de la tóxica relación con su marido Ike Turner.
Una caída, de la que después de hundirse en la miseria y romper con su marido, Tina se levantaría como un fénix desafiante en 1984, con un brillante regreso a través de su album «What’s love got to do with it» (que tiene que ver el amor con eso), orquestado por el productor australiano Roger Davies, y con el que cosechó un enorme éxito a sus 40 años, recomponiendo su carrera musical como artista en solitario y vendiendo más de 100 millones de discos.
Una mujer que ha sido un referente musical durante cinco décadas, ganandose con sus shows llenos de energía, la adoración de fans de todas las edades alrededor del mundo y acumulando durante toda su carrera una docena de premios Grammy.
Su recuerdo está lleno de duetos fantásticos con grandes voces como Michael Jackson, Cher, Bryan Adams, Rod Stewart, Paul McCartney o Eros Ramazzotti, y anécdotas e historias interesantes, como la de su actuación en la película basada en la ópera rock «Tommy» del grupo inglés «The Who», que consiguiera hacer cantar a gente como Ayrton Senna, Oprah Winfrey, o Bruce Willis, enseñara a bailar a Mick Jagger, pulverizara el record Guinness de Frank Sinatra como solista que más entradas para un directo había vendido, o también que supuestamente pasara una tórrida noche de pasión con el mismísimo David Bowie.
Es necesario también hacer hincapié en que su vestuario extremadamente sexy y su forma de danzar y moverse por el escenario, han sido inspiración no sólo para artistas tan relevantes y actuales como Beyoncé, sino para deportistas de la talla de Serena y Venus Williams.
Su representante, Bernard Doherty, al comunicar el fallecimiento ha dicho en las redes sociales que, “Con su defunción, el mundo había perdido a una leyenda y un modelo a seguir”, añadiendo más tarde que “Su música y su pasión ilimitada por la vida entusiasmaron a millones de admiradores e inspiraron a las estrellas del futuro”.
DEP Tina Turner… «The Acid Queen»
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